Para empezar, contratar una inmobiliaria puede significar la garantía de un mejor acuerdo. Contar con la mediación de profesionales tiene su precio, pero se compensa frente al hecho de que se negocia con propiedades que generalmente son el resultado de años de esfuerzo. Aquí definimos algunos beneficios de optar por una inmobiliaria para que evaluemos la necesidad de una inmobiliaria en cada transacción:
- Las inmobiliarias respetadas tienen entre sus activos propiedades en cartera, y también clientes potenciales que pueden comprar y/o arrendar inmuebles para una variedad de fines.
- Los agentes de toda empresa inmobiliaria tienen información sobre búsquedas de interés de otros agentes, esto significa que están en la capacidad de ampliar toda posibilidad.
- Los trámites y procesos de vender o alquilar puede llevar tiempo. A toda inmobiliaria le conviene minimizar los tiempos.
- Los documentos requeridos no siempre están disponibles, y es en este aspecto que se aprecia la capacidad de gestión de los profesionales de una inmobiliaria, pues es la experiencia lo que permite que todo documento sea posible de conseguir.
- Los agentes tienen la instrucción por parte de la inmobiliaria, de cumplir procedimientos legales, reunir información de valor de la propiedad que no siempre se perciben desde el primer momento, y procurar los mejores precios o acuerdos para ambas partes.
- El asesoramiento financiero, bancario, y tributario, es un elemento vital para tomar decisiones, así que se considera una buena inmobiliaria la que cuenta con un equipo profesional multidisciplinario.
- Calificar una infraestructura es labor de profesionales y técnicos que incluso pueden emitir reportes firmados, y las inmobiliarias no solo valoran dicha calificación, sino que la consideran vital dentro de todo expediente.
- La publicidad es también una labor que toda inmobiliaria que se respeta la cumple.